FÁBULA : LA GARZA REAL.
Cierta garza real, espléndida zancuda de largas patas, largo cuello y pico más largo todavía, paseaba una mañana junto a la orilla de un río. El agua estaba tan calma y transparente, que podían verse hermosos peces. Aun la sabrosísima carpa, que, siendo un pez de fondo, jugaba revolcándose en el limo. A la garza le hubiera sido muy fácil apoderarse de bocado tan exquisito con sólo bajar su largo cuello y apresarlo con el pico que la naturaleza le había otorgado tan generosamente. Mas como llevaba una vida muy arreglada y no tenía hambre, juzgó más oportuno aguardar a que le entrase el apetito.
Horas más tarde decidió que debía tomar su almuerzo y se asomó al agua en busca de la carpa. Pero ésta habíase marchado, y en el agua sólo se veían algunas desabridas tencas.
-¿Tencas a mí? –se dijo la garza -. ¿Cómo he de contentarme con carne tan ordinaria y que, por añadidura , sabe a fango?
Y siguió esperando a que regresase la carpa. Sólo acudió un gobio muy joven y muy pequeñito.
-¿Abrir el pico, una garza real, por un bocado tan pequeño? –exclamó -. ¡ No quiera Dios que tenga que hacerlo!.
Pero… tuvo que abrirlo, al fin, por una triste lombricilla, cuando el hambre la convenció de que dejara a un lado sus fatuas exigencias.
Moraleja:
No juzgues despreciable lo bueno y lo mediano,
y ten presente el cuento: la garza y el gusano.
Publicado por : Alejandra Jarit Bonillo
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